Cómo Construir una Comunidad: Tu Guía para Hacer un Grupo de Mastermind

Cómo Construir una Comunidad: Tu Guía para Hacer un Grupo de Mastermind

La primera regla de un grupo de mastermind es no confundirlo con una reunión común y corriente. Si bien los masterminds técnicamente son una reunión de personas con objetivos y pasiones similares, las similitudes terminan ahí. Mientras que las reuniones suelen girar en torno a una agenda, los grupos de masterminds comienzan con una pregunta abierta o un tema antes de permitir que los participantes lleven la conversación en el rumbo que quieran.

«Hoy en día la palabra mastermind se usa tanto para generar un impacto que hemos perdido el concepto de lo que realmente es», dice Meagan Henry, Coach de KW MAPS con sede en de Georgetown, Texas, que ha estado en KW desde el año 2014 y dedicó su Carrera al sector de operaciones. «En nuestra opinión, los masterminds se dan dentro de una comunidad y el objetivo de un mastermind es que todos se vayan más inteligentes».

Henry, junto con Zach Roberts de Ohio y Paula Grimes de Denver, que también son coaches de KW MAPS, lideran varios grupos de masterminds, lo que incluye grupos que se reúnen todas las semanas de manera virtual o presencial. Roberts también menciona a modo de ejemplo los retiros de tres días que organizan.

«Se trata de tener conocimiento colectivo», dice Roberts. «Es muy fácil escuchar a Gary Keller decir en el escenario que debemos cometer errores y cometerlos rápido, ¿pero cómo es eso? No siempre tenemos tiempo en la oficina para hablar sobre los errores, entonces, ¿dónde puedes tener esa clase de conversaciones? Necesitas estar en un grupo donde puedas ser vulnerable».

Además, Grimes cree que los masterminds son una manera para ella, Roberts y Henry de ofrecer un valor agregado a sus clientes de coaching.

«Una cosa que todos tenemos en común es que brindamos a nuestros clientes una plataforma donde pueden reunirse y conversar», dice Grimes. «No se trata de nosotros. Se trata de cómo creamos el ambiente necesario para que puedan aprender unos de otros».

Crear una comunidad

El primer paso es crear una comunidad que está preparada para crecer, porque, si no tienes al grupo de personas correcto en la sala, tus esfuerzos para dirigir una sesión de mastermind no alcanzarán el objetivo deseado.

«Quién es parte de esa comunidad es clave», explica Grimes. «Si pones a las personas que trabajan en el sector de operaciones y a los agentes en el mismo mastermind, quienes trabajan en operaciones no dirán una sola palabra, no compartirán sus ideas y dejarán que los agentes participen y seguirán la corriente. Si metes a agentes altamente productivos con agentes nuevos, los agentes nuevos no dirán nada porque no se sentirán cómodos».

Al ofrecer consejos sobre cómo crear un grupo de mastermind, Henry sugirió comenzar con una herramienta que todos los agentes tienen a su disposición, la base de datos.

«Si estoy hablando con un agente sobre crear un mastermind, yo hablaría de hacer una segmentación de la base de datos y pensar en con quiénes quiero conectarme realmente», dice ella. «Con una base de datos, lo único que tienes que hacer es llamar a la acción sobre un tema específico, y vendrán. Una vez que dejes claro cuál es el objetivo del mastermind, las personas que estén interesadas en el tema querrán asistir».

Una vez que has convocado a un mastermind y los miembros empiezan a reunirse, ¿cómo sabes si está funcionando?

«Si pones a las personas adecuadas en el espacio adecuado, entonces ves cómo se producen los resultados», dice Henry. «Nuestro mastermind sobre patrimonio neto, por ejemplo, tenía un cliente que tenía muchas deudas. Salió de sus deudas en un año y medio gracias al mastermind. Esas personas piensan en el dinero de una forma diferente, y todo el mundo en la sesión se puso en su lugar y lo ayudó a elaborar un plan que lo ayudó a salir de la deuda rápido. En otro grupo de mastermind, tal vez no habría conseguido eso. Los resultados dependen mucho de la comunidad».

Por último, a la hora de crear tu comunidad, no te preocupes tanto por cuántas personas asisten al mastermind.

«Si tienes 10 personas y están totalmente comprometidas y todas aprenden de las demás, eso es genial», dice Grimes. «Si asisten 100 personas, eso también es estupendo. Lo que importa es lo que ocurra entre las personas que asistan».

Organizar una sesión de mastermind

Para que los participantes puedan entrar en los detalles, es fundamental encontrar el equilibrio adecuado entre ofrecer un tema claro y salir del paso para que las conversaciones se desarrollen de forma orgánica. Esta es una de las razones por las que los organizadores pueden referirse al encuentro como un «espacio» en lugar de una reunión.

«No se trata tanto de crear nosotros el contenido, porque ellos lo crean», dice Roberts. «Se trata más bien de ponerle nombre al espacio y darle un asignarle para que les haga pensar. Si se planifica demasiado, se pierde parte de esa oportunidad para que discutan. Si les das el mapa, no están dispuestos a explorar tanto. Si les das el destino, crean un camino para llegar al final mediante conversaciones y preguntas».

Otra sugerencia es celebrar una reunión antes de que comience el mastermind que permita a todos reunirse y sacar los nervios, lo que a su vez facilita tener conversaciones más profundas en el futuro.

«Se trata más bien de crear la oportunidad y el espacio para que conecten entre sí», dice Henry. «La gente necesita tener la oportunidad de poder tomar el control de la conversación, incluso el mero hecho de crear un espacio para que hablen de sí mismos ayuda a romper el hielo. Empiezan a decir por qué están ahí y eso los lleva a hablar de este tema personal muy rápidamente. Para un mastermind sobre crecimiento, les pedimos que digan en qué persona se están convirtiendo, y entran instantáneamente en lo personal y hacen todo el trabajo difícil por sí mismos».

Para Grimes, ésta es una forma fácil de saber si el grupo de mastermind tiene éxito.

«Los masterminds que más nos entusiasman son aquellos en los que nos hemos ido y apenas hemos dicho una palabra», dice ella. «Porque han sido ellos mismos quienes se han dado una retroalimentación entre sí».